domingo, 22 de febrero de 2015

Patria Y Revolución



Grandes hombres nos han precedido y grandes hombres nos sucederán; pero en el hoy que no es ayer y no es mañana, honramos a quienes nos precedieron y agradecemos a quienes nos sucederán, alzando el brazo en alto, reclamando la libertad y la cultura de un pueblo que feneció; cuyas cenizas harán renacer en nosotros y en vosotros el fuego que un día crepitaba en las almas de los combatientes, los revolucionarios y los sabios.
Nos disponemos pues a enaltecer esta nuestra Patria corrompida, a derrumbar todo espejismo de traición, a derrocar todo poder injusto y decadente. Queremos transitar los caminos de nuestras tierras orgullosos, queremos levantar la vista y poder contemplar nuestra bella Obra terminada; una obra que persigue, única y exclusivamente, la salvación eternamente viva de los verdaderos valores que España un día tuvo.
Llevando en nuestras mentes a Aquellos que nos han precedido, defendemos y aclamamos sus deseos y designios, pues son los mismos que los nuestros y los nuestros los mismos que los suyos.


Sacrificamos nuestra vida, sacrificamos nuestro futuro personal, sacrificamos todo lo que somos, por alcanzar finalmente, más pronto que tarde, la creación y recuperación de un país perdido; un país sin cultura, sin principios, sin propósitos, sin hombres que combaten hasta la muerte... un país mediocre al fin y al cabo. En las noches oscuras y tranquilas, seremos nosotros quienes aprovecharemos para decirle al mundo que nuestras vidas valen más que el mísero silencio del que calla por no atreverse a hablar, del que observa impasible porque teme actuar, del que juzga indebidamente pues no es más que un despreciable ignorante.

Decidme ahora que no seremos capaces de nada; decidme ahora que somos unos locos, unos revolucionarios, unos indecentes; decidme ahora que merecemos un castigo digno de nuestras injurias y falacias. Pues os digo yo, y os decimos todos nosotros, que perdonamos vuestras calumnias y vuestra incultura, pues no sois más que la escoria restante de una transgresión social imparable e incontrolable.


En verdad podéis decir que jamás conseguiremos nada, aunque sabéis bien en vuestra mente que nos teméis; nos teméis pues somos aquellos que honran a los que nos precedieron y a los que nos sucederán, pues somos esos revolucionarios movidos por firmes propósitos y principios, pues somos los pocos focos restantes de una cultura desangrada y violada por un sistema falaz y denigrante, poderoso y extremadamente vulnerable al mismo tiempo.
Nos teméis, y hacéis bien en ello; pues llevaremos a cabo la purificación, sanación y salvación de nuestra querida Madre Patria; siempre a través de la Unión, la Cultura, la Acción y la Revolución.

"Formaos gentes del Pueblo,
Formaos gentes de Dios;
Formaos pues obtendréis propósitos,
Formaos pues ganaréis batallas,
Formaos pues el mundo os deseará;
Formaos."

Por Draco

2 comentarios:

  1. A recuperar el alma del mundo! esto es la batalla de la cultura. poned bien los cimientos: Verdad, Recta Razón, Ley Natural, Metafísica y toda vuestra entereza. estos fundamentos han sido destruidos pero fueron los que levantaron los mejores tiempos de la humanidad. ahora reina el pensamiento débil, la anarquía relativista, los fundamentos libertinos. en hora buena a estos jóvenes con ideales. os espera una ardua batalla.

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  2. La idea de revolución está bien, pero hemos de tener en cuenta que por los ideales se vive y se muere, no se mata.

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