domingo, 29 de marzo de 2015

Construyendo la Revolución.



"Las revoluciones son sólo fecundas cuando el pueblo las elabora y hace hasta el fin"(1)
No hay tarea más necesaria que la de nacionalizar a las masas populares e inyectar en ellas un verdadero sentido hispánico y antiburgués (contra la burguesía y su sistema, el capitalismo) para hacer de ellas el pilar básico del Estado y la nación popular.

La revolución, que es necesaria, será de carácter nacional y social; social, porque será llevada a cabo por las masas populares y nacional, porque la redención de las masas populares está ligada a la conquista de la Patria, libre y soberana.

Todo esto pasa, como ya he dicho por la destrucción de un sistema, el capitalista y su clase parasitaria, la burguesía. Para esto es necesario la formación de un movimiento revolucionario abiertamente antiburgués y antimarxista. Debemos hacer ver a los obreros que el marxismo internacionalista no es ninguna solución. La solución no pasa por el internacionalismo, que sólo beneficia a las élites financieras, las cuales son internacionales porque su capital lo es.

Urge también la formación de unas falanges jóvenes y valientes que sean profundamente nacionales y radicalmente sociales, y verdaderamente ansíen el reemplazo de este sistema y régimen tiránico.

La misión de inyectar a las masas populares un sentimiento nacional y al mismo tiempo antiburgués es una de las más arduas misiones, la cual está encomendada a las juventudes nacionalistas.

Nosotros, los auténticos revolucionarios reconocemos nuestro ferviente deseo de acabar con el régimen liberal demoburgués imperante y con el capitalismo internacionalista y antinacional.

Declaramos sin reparo alguno que:

Frente a su capitalismo exacerbado, tiránico y esclavista, impondremos nuestro socialismo nacional en forma de sindicalismo.

Frente a su democracia parlamentaria representativa y partidista, impondremos nuestra democracia directa, total, comunal y descentralizada, es decir, una verdadera democracia nacida del pueblo.

Frente a la explotación del planeta y sus recursos, impondremos nuestras políticas de defensa del medio ambiente; contra el maltrato animal, contra el 'fraking', contra la sobreproducción, contra los pesticidas nocivos para todo el ecosistema etc.

Frente a la primacía del capital sobre el trabajo, impondremos nuestro sindicalismo autogestionario y nacional, en el que el trabajo primará sobre el capital. Los medios de producción y la plusvalía irán, por tanto, a parar a los trabajadores.

Frente a sus modernas formas de esclavismo, impondremos nuestro profundo respeto a la dignidad del hombre.

Frente a su colonización cultural, la imposición de los valores liberales e ilustrados y la homogeneización de la humanidad, impondremos nuestra ferviente defensa de las identidades y culturas nacionales.

Frente a su devaluación de los obreros y su trabajo, impondremos nuestra elevación de las masas populares a la categoría de "ciudadanos de primera"  y su incorporación a la vida pública del país.

Frente a su individualismo burgués y egoísta, impondremos nuestro sentimiento comunitario de sacrificio en pos de la comunidad.

Frente a su degradación y decadencia moral, impondremos nuestra subversión moral, en la que valores como el honor, trabajo, justicia y la verdad vuelvan estar presentes en nuestra sociedad y recobren significado.

Frente a su progresismo, nuestro tradicionalismo eterno, dinámico y popular, nacido de lo más profundo de los pueblos.

Frente a los neo imperialismos, impondremos nuestra férrea defensa de la libertad de las patrias.

Frente a sus fenómenos globalizadores, inmigracionistas y homogeneizadores, impondremos nuestra preservación cultural y étnica.

Frente a sus nuevas formas de terrorismo, impondremos nuestra implacable justicia.

Frente a su sociedad de clases, impondremos nuestra sociedad en la que las personas se diferenciarán entre:

"Capaces contra ineptos.
Laboriosos contra vagos.
Generosos contra ramplones.
Animosos contra cobardes.
Patriotas contra descastados."(2)

Frente a sus privatizaciones tiránicas e inhumanas, impondremos nuestra nacionalización de la banca, los medios de comunicación, las grandes empresas de luz y agua, las tierras y los transportes.

Frente a su usura injusta y especuladora, impondremos nuestra banca nacional al servicio del pueblo.

Frente a su despilfarro y consumismo exagerado, impondremos nuestra austeridad.

Frente a su apatía, impondremos nuestra REVOLUCIÓN.

Por la identidad cultural y étnica de los pueblos, por la libertad profunda del hombre, por la justicia social, por la defensa del medio ambiente, por el desarrollo del tercer mundo y por la dignidad de las personas, ¡Abajo el Capitalismo! ¡Arriba la Revolución!


"Haced de la causa del pueblo la causa de la nación, y la causa de la nación será la causa del pueblo”.(3)

Por Mario Montero
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(1)Ramiro Ledesma Ramos, "La Conquista del Estado".
(2): Ramiro Ledesma Ramos, "La Patria Libre".
(3)Lenin, "¿Qué hacer?".

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